La tendencia es proponer experiencias donde se puedan extraer lecciones para la gestión
En plena crisis, los viajes de incentivos se reducen, pero también se reinventan. Ya no es suficiente con ofrecer un destino turístico; lo último es proponer a los directivos experiencias inolvidables donde puedan extraer lecciones para la gestión.
Una opción son los eventos corporativos enfocados en la cultura, como los han presentado BCD m&i y Erudita. Once propuestas que combinan personajes de la cultura con enclaves únicos con un precio de entre 4.000 y 6.000 euros aproximadamente por grupo.
Por ejemplo, la escritora Carmen Posadas lidera el programa 'La mujer en la colección del Thyssen' para comentar pinturas protagonizadas por mujeres; Espido Freire acompañará a los participantes en un paseo por la judería toledana y Javier Sierra mostrará los secretos de La Alhambra de Granada.
Del cine a la naturaleza
La cultura, y en concreto el cine, es también el reclamo del viaje de incentivos que propone la agencia Nuba. Un Roma de película por los escenarios de cintas como 'Vacaciones en Roma', 'La Dolce Vita' y 'A Roma con amor' y guiados por un director de cine italiano. Paseos en vespa y una cena de gala en la Galleria Colonna (no está abierta al público), donde se grabó la última escena de la película 'Vacaciones en Roma'.
Otros de los viajes de incentivos estrella de la agencia es el de Islandia, donde los directivos podrán visitar glaciares, acercarse a la historia narrada por Julio Verne en 'Viaje al centro de la Tierra' y vivir una experiencia inolvidable: el avistamiento de ballenas.
Turismo sostenible
Ver un mundo diferente al habitual puede ser muy satisfactorio en un viaje de incentivos. Con ese objetivo nacen las rutas corporativas solidarias que organiza Tarannà Viajes por Senegal, Marruecos o Perú.
En estos viajes sostenibles los ejecutivos pueden compartir una cena con una comunidad local o participar de los rituales de sus festividades. El precio está en torno a los 2.000 euros.
Viajes para todos los gustos
Para los directivos acostumbrados a los incentivos tradicionales, asociados a un viaje en el que se mezclan turismo y descanso, hay otras opciones que no resultan tan rupturistas. Como por ejemplo, un cruceros. Lo novedoso de esta fórmula es que la propuesta no es sólo para los directivos. Esta empresa de capital 100% español quiere que este tipo de premios lleguen también a los clientes de las compañías. La idea es que estas premien a los mejores y que directivos y consumidores viajen en el mismo 'barco'.